Saroyan, lana hilada a mano. |
Que el punto es algo muy zen y muy yoga... ya lo tenía yo asumido hace tiempo, porque que una ansiosa como yo sea capaz de tirarse horas seguidas sentada, tiky-tiky-tiky con las agujas... no es cosa de magia, es cosa de relajación profunda.
Pero a veces me crispo. Uy... como me crispo....
Porque sí, porque ya está bien. Hacer punto no es de abuelas, ni antifeminista, ni una moda pasajera, ni algo que tiene que ser fácil porque lo hace una mujer.
El punto no tiene edad, ni género, ni época, ni es una habilidad menor. El punto requiere de memoria, destreza manual, agilidad mental (ser capaz de descifrar tablas que parecen estar escritas en jeroglífico), cálculos matemáticos... ¿eso es algo que solo sea dominio de un género o una edad concreta?
Cuando la mayoría de la gente tiene el concepto del punto como eso que hacen las abuelas para hacer chaquetitas de bebe y patucos en producción industrial... es difícil explicarles que puede ser algo moderno. Y no vamos a hablar de aquella vez que me llamaron tramposa por estar haciendo punto con agujas circulares.
Y cuando ya llevas un tiempo con estas frustraciones rondándote, pensando en que en tu grupo de punto, lleno de fantásticas personas, tienes de todo, desde andereños a médicos pasando por físicos y bibliotecarios, amas de casa y paradas forzosas como la menda... (vamos, que dime a mi que hacer punto es algo anacrónico y te comes mi ovillo de lana...)
Vas y te das de bruces con lo siguiente: Gente que hace punto... y le da vergüenza que la vean en público. WTF?!?!
Yo es que soy una exhibicionista de cuidado que hasta hilo en público (me encanta desconcertar a la gente), por eso no me cabe en la cabeza que una habilidad tan gratificante y hermosa como ser capaz de tejerte tu propio jersey, o tus propios calcetines, o ser capaz de hacer un punto de encaje que ya quisieran las arañas sea algo que haya que esconder. ¡¡Para que!!
Así que... si has llegado hasta este parrafo de mi encendida diatriba (hoy me siento Pasionaria Lanera), levanta tus agujas conmigo.... y grita: ¡SE HACER PUNTO!
Y que viva el exhibicionismo lanero.
P.D: Todo esto porque mañana nos reunimos las de EuskadiKnits ha hacer punto en público XDDDDD.....
Qué bien te expresas, leñe. Sí señora, yo soy amona pero empecé a hacer punto con 20 años. Hasta ahora, salvo raras excepciones, casi siempre había tejido cosas pequeñas y cuando hacía un viaje o iba a alguna consulta o sitio donde sabía que iba a estar bastante rato, me llevaba mi labor de punto. !!!!!Mañana, de nuevo, a exhibirnos chicas¡¡¡¡¡
ResponderEliminarA mí es que no me gusta llamar la atención, las tímidas es lo que tenemos.. y hacer punto en público, para qué vamos a negarlo, llama la atención, cuando estoy acompañada no me importa, pero sola... vale, lo intentaré!
ResponderEliminarHola Miren,
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada, te doy toda la razón.
Yo no puedo estar con los brazos cruzados y no me ha importado tejer, leer, coser para aprovechar el tiempo de espera.
He estado desconectada y no me he enterado de la kedada,a ver si para la de octubre me estreno y os conozco a todas.
Lourdes-Zire
Plash, plash, plash....(lease aplausos) yo tejo en el tren, en el coche, en la playa, en la montaña, etc... y me importa poco que me miren y me gustaría encontrar a otras personas que lo hagan, pero de momento nunca me he cruzado con ninguna, lastima que me queda lejos vuestra kdd y la mayoría que se hacen por ahí.
ResponderEliminarLevanto mis agujas contigo ¡¡¡ME GUSTA HACER PUNTO!!!
Yo te aplaudo y comparto tus sentimientos a pesar de que hace poco que hago punto en público. Conste que mi retraso no ha sido cosa de que me diera vergüenza la afición, no, sino de que me daba vergüenza que la gente se me quedara mirando (porque se te quedan mirando). En abril empecé a ir a Madrid Knits, y se me ha quitado la vergüenza, era cuestión de ponerse.
ResponderEliminarA mi también me fastidia que me digan que el punto es de abuelas, porque anda que no se pueden hacer cosas bonitas y modernas de todas clases, es cuestión de elegir bien los colores, la lana y el patrón perfectos. Se pueden crear auténticas obras de arte con un poco de hilo, agujas y paciencia.
Un abrazo!
Yo soy exhibicionista lanera y me encanta! estoy orgullosa de saber tejer, hilar, ganchillear y ahora estoy aprendiendo a coser a maquina! he llevado hasta mi rueca a la vinoteca de mi novio, y la gente entra solo para verme hilar... de hecho creo q deberia hacerlo mas amenudo para atraer clientela! No me da verguenza saberlo, de hecho estoy orgullosa, cuando alguien me mira con cara rara, estiro lo que estoy haciendo para q vea que esto es un arte y estoy encantada! Encantada de saber hacerlo, encantada de saber perder el tiempo sin perderlo delante de la television, en el metro o tren, en el parque, en la consulta del medico. Porque jugar con el movil haciendo que esperas es muy facil pero tener tus manos ocupadas en algo que vas a vestir orgullosa o algo que alguin va a vestir orgulloso.
ResponderEliminarSOY INGENIERO Y SE HACER PUNTO!
¡Cómo te entiendo!
ResponderEliminarParece que si a una le gusta tejer debe mantenerlo en secreto. Yo por mi parte hago ganchillo en el metro y bien que me sienta!
Un saludo
me uno a los aplausos! ademas el ganchillo relaja un monton, mejor que un spa :)
ResponderEliminarSi no me animo a tejer en el bus es porque me despisto y me salto la parada...y me duelen los pies...también acaban con mi paciencia: los espías de hombro, esos que jamás te espiarían un párrafo de lo que lees, (porque, obviamente, no leo el "Marca"), pero sí se les cae la baba mirando como tejes...las preguntas poco originales, véase " te sobra el tiempo, ¿es que no trabajas?...¿me haces uno?...pero no me escondo para nada tampoco...es más, es para mí motivo de orgullo ser autosuficiente, no depender ni ser esclava de lo que me quiera vender el H&M esta temporada (cuando se llevan los flúor no sé qué comprarme y no voy a ir desnuda)...y si llega una catástrofe zombi y no hay tiendas ni nada, pues en mi casa estaremos calentitos...jajaja...
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